domingo, 28 de junio de 2015

PARADOJA?

Cuando la soledad se siente rodeada de gente, escapa al desierto a gozar de su propia compañía. 
Lo real entonces desaparece, dando paso a la verdad.

jueves, 18 de junio de 2015

SEÑALES

... Y volvió .
La ventana estaba abierta, se posó en mi cortina y se marchó.
... Volando...
Ella sigue siendo una golondrina.
Yo, sigo siendo yo.

miércoles, 17 de junio de 2015

EL VALOR DE LAS COSAS INÚTILES

Esta tarde un ruido golpeando mi ventana me sacó de mis quehaceres.
Una golondrina intentaba anidar en el tambor de mi persiana, pero la estrechez del hueco se lo impedía . Sin embargo ella, una y otra vez, intentaba entrar y se daba de pleno contra el cristal.
Ahora, ya de noche, fantaseo con la idea de que mi pequeña vecina me viene observando desde hace tiempo, sabe que mi persiana nunca se cierra, vigila cuando enciendo la luz cada mañana, sabe de mi gusto por los amaneceres y el aire limpio de la mañana.
¡Ay, golondrina ingenua! Lo que no sabes es que mi persiana está rota. Se la llevó un temporal de invierno, pero aún guardó los trozos detrás del armario.
Hagamos un trato: vuelve a intentarlo mañana y prometo quemar los trozos y no arreglarla.
De momento, esta noche, sigue rota y vacía.

domingo, 7 de junio de 2015

NECESITO UN PLAN

Una camarera muy inteligente me dijo en una ocasión :"No me digas lo que quieres, sólo quiero saber lo que no te gusta, yo me encargo del resto".
Cuando hay tanto bueno donde elegir, apartarte de lo negativo es la mejor opción para asegurarte el éxito .

miércoles, 3 de junio de 2015

¿Y MAÑANA?

Los planes, son buenos. Siempre es bueno tener objetivos. Habrá que caminar hacia un sitio, si no, nos quedamos parados.
La vida se va encargando, con su irónico sentido del humor, de ir cambiándolos a su antojo, ir poniendo obstáculos, pero lo importante es no dejar el camino.
Ese afán por no darse por vencido, ese mal entendido orgullo de conseguir lo propuesto, hace a menudo olvidar aquello que en nuestra esencia quizá se prometió un día. Repitiendo aquello que se decidió no volver a repetir; olvidando aquello de lo que, como lastre, nos dejamos en el camino para avanzar un poco más.
Quizá sea el momento de volver a la esencia, de analizar si el paisaje es agradable, de recoger ese amado lastre y sentarse a la sombra de un árbol, ese lastre que se fue acumulando y que es, ni más ni menos, parte de lo que soy, ya que se creó a través de mi vida, mi experiencia e impregnó mi esencia.
Buenas noches, al cobijo de mi árbol junto al mar, con olor a azahar, con rumor de caracola.
Mañana seguro que saldrá el sol.
Si no sale, mañana lo pensaré.