Aparte de hacerme recordar viejos y felices tiempos, gracias a la banda sonora que solía acompañarla, me ha hecho reflexionar en lo que mi pobre inglés ha podido pillar de su letra.
En lo que algunas veces vemos como pérdidas y no son más que oportunidades, una oportunidad más para llenar la vida. Si algo fracasó, es porque no tenía la suficiente fuerza para permanecer.
Por eso, cuando una vida se va llenando con los años, cada vez hace falta que lo que entra en ella se agarre con fuerza, ya que el poco espacio que queda es escaso y resbaladizo.
Una nueva oportunidad para conocer y atesorar nuevas experiencias, nuevas ilusiones y todo aquello que te haga sonreir.
A punto de, en unos días, empezar la segunda mitad de mi vida, necesito espacio ya que soy muy avariciosa: Nunca se tienen suficientes sonrisas. :)