EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

Aún sigo creyendo en la justicia, en tiempo de inocentes encarcelados y criminales ensalzados.
Aún creo que el valor de las cosas está en lo que costó conseguirlas y no en lo que te cobraron por ellas.
Aún creo en la verdad como único camino para hacer un amigo, si lo que realmente quieres es un amigo.
Aún creo que el objetivo del ser humano es la felicidad. .. del otro. Es decir, ser humano.
Aún creo en las oportunidades que te da la vida cuando no te concede lo que pediste, de conocer su opinión.
Honradez, integridad, sinceridad, optimismo.
Perdón por no presentarme.
Mi abuelo, Alonso Quijano, me llamaba simplemente Alicia.

LA NIÑA QUE PINTABA SOLES

Hoy la luna se negaba a acostarse. El sol, aún con los ojos pegados, asomaba su cabeza tras la luna, la cual conservaba en el cielo su halo de noche.
Hoy la primavera se presentaba con su peor cara, mañana gris de nubarrón, promesa de color futuro en el verde manto.
La lluvia golpea mi ventana, mientras las redes sociales golpean mi monitor con frases optimistas acerca de la felicidad.
Caminos para ser feliz, la felicidad es el camino, haz felices a los demás, la felicidad empieza por uno mismo, ...
Ya es de noche y el eclipse sigue nublando mis ojos, que no son capaces de ver aquello que hoy parece tan evidente.
Sin embargo, la luna se termina apartando y mis ojos ya pueden ver el sol. 

Tu dibujo muestra lo que ven tus ojos, ahora mis ojos son los tuyos.
Feliz después de trece años, años que me han ofrecido la bendición de poder ver gracias a los ojos de mis niños.
Gracias a todos, los de antes, los de ahora, los de mañana,por apartar la luna y permitirme ver el sol.
 

EL AROMA DE LA LIBERTAD

Techo de estrellas, donde el viento me lleve, reloj sin agujas, ahora sin mañana, el mundo por descubrir.

Lecho de piedra, escarcha en los huesos, nadie me espera, nada espero, ¿a quién se lo contaré?

(Al volver a casa, después de un largo día de trabajo, pensando en aquellos que no tienen un hogar donde volver)

LA FELICIDAD DE LA EQUIVOCACIÓN

Leídas las primeras páginas y vuelta atrás en el tiempo, una sonrisa asoma a mi cara, tan solo un mes después.

No una sonrisa feliz, tampoco amarga. Sonrisa serena y madura. Madurez que da el vivir intensamente, que hace que un mes propio sean varios años ajenos.

La vida no es experiencia. Nuestro equipaje: una sucesión de cambios, saltos a ciegas, mudanzas de piel, búsquedas sin mapa, alas de cera y la seguridad de la incertidumbre.