viernes, 20 de noviembre de 2015

LA CONFIANZA NO DA ASCO, PERO EN OCASIONES PROVOCA AMNESIA

Al igual que a menudo no me reconozco en las fotos (tengo espejo y esa no soy yo), me cuesta reconocerme también en la mirada de la gente.
Recientemente he recibido muchas felicitaciones por mi cumpleaños. Personas que me conocían más, otras que menos, pero en general las que me han hecho más ilusión son aquellas que hablaban de mi sonrisa. He revisado de quienes venían y curiosamente, ese comentario lo hacían personas que se notaba que me estimaban, pero no eran de las más cercanas.
Esto me ha hecho pensar.
Quizá las personas más cercanas ya conocen y valoran otras cosas de mi persona, eso sería bueno. Sin embargo, no dejo de dar vueltas a la posibilidad de haber dejado de sonreír justo a aquellos que tengo más cerca.
A menudo, olvido la necesidad de aquel que me mira constantemente de recibirla, pienso que no le hace falta, o que simplemente es una forma de cortesía innecesaria cuando existe confianza. Es una paradoja que quien más la merezca, menos la reciba.
No me entendáis mal, estoy muy orgullosa de que la gente que apenas me conoce aprecie mi sonrisa y se la seguiré regalando. Pero esto, no va dedicado a vosotros, va para los que siempre estuvieron a mi lado y en ocasiones le ha faltado. 
Intentaré entrenar frente al espejo, para regalaros la mejor a vosotros. Si algún día os falta, pedidla con confianza, ya que sabéis que si se me olvidó, es que quizá junto a vosotros me encuentre como en casa. 

sábado, 14 de noviembre de 2015

MIEDO

El miedo me despertó esta mañana. Ese miedo que siempre tenemos ahí escondido y que se hace más evidente cuanto más cercano vemos el peligro. 
En ocasiones, ese miedo nos hace encerrarnos en nuestras casas; en otras, cuando no nos queda ni siquiera un hogar donde sentirnos seguros, nos hace recorrer miles de kilómetros en busca de un refugio, aun a riesgo de quedarnos para siempre en uno de esos kilómetros de agua o tierra, sin alcanzar nunca la seguridad deseada.
Algunos testigos de anoche, cuentan que los asesinos explicaron antes de la masacre, que lo hacían como venganza a la intervención del país en defensa de aquellos que huyen de su hogar.
Mi miedo crece a cada minuto. Miedo a que el miedo de los demás, alimente al odio que lo empezó todo. Miedo a que la venganza, cegada por el odio, tome el control de nuestras acciones, cierre nuestra fronteras y nuestros corazones y convierta esto en una lucha de todos contra todos.
Sí, hoy rezo por París, por Siria, por Gaza,... Pero sobre todo, rezo por aquellas personas que al margen de creencias religiosas o por intereses económicos luchan por la justicia y la paz. 
Espero que algunos de ellos, estén entre los que hoy toman decisiones de estado y sean capaces de iluminar al resto en pos de lo que a mi juicio tiene que ser el único objetivo: conseguir la dignidad, la libertad y la seguridad de todo ser humano. 


LIBERTÉ, ÉGALITÉ, FRATERNITÉ



martes, 3 de noviembre de 2015

GOLPE A GOLPE...

No sé si será el tiempo o la distancia, lo que pone las cosas en su sitio.

 También dudo que antes estuviesen desubicadas, simplemente estaban demasiado cerca para apreciar su silueta.
Aún ahora, para verlo todo claramente, a menudo tengo que poner mi mano en la frente para tapar el resplandor del sol, entornar los ojos, pararme y darme la vuelta para mirar atrás .
Las cosas, las personas, se vuelven borrosas, menos importantes. Esto a veces es una bendición para nuestro equipaje, en otras ocasiones sientes que hay algo imprescindible que olvidaste meter en tu maleta.
Por eso, de vez en cuando, solo de vez en cuando, es bueno mirar atrás  por si algo se te quedó en el camino o simplemente, para observar serenamente, como aquello que dejaste ir, discurre por un camino paralelo al tuyo.